Después de la Segunda Guerra Mundial, los padres de Gita Lisker llegaron a Estados Unidos como refugiados del Holocausto sin nada; sin embargo, ambos estaban comprometidos con su propia educación y obtuvieron doctorados: su padre en economía y su madre en física.
“La filosofía de mi padre era que había que invertir en educación”, recuerda Lisker. Sus padres predicaban con el ejemplo y pagaron la matrícula de Gita y de su esposo, Jay, cuando la joven pareja se matriculó en Einstein.
Ahora Gita y Jay, quienes se graduaron de Einstein en 2000, han establecido la Beca Joseph y Rozalie Schachter en honor a sus padres para apoyar a un estudiante de Einstein proveniente de Yeshiva University, donde los Lisker hicieron su carrera universitaria.
“Estamos inmensamente agradecidos a nuestros padres y abuelos, cuya devoción a la familia, la educación y la religión, y especialmente a la educación de las judías ortodoxas, nos permitió ser lo que somos hoy”, dice Gita, directora médica de la Unidad de Cuidados Respiratorios del Centro Médico Judío de Long Island de Northwell Health. “Mi madre recibió un permiso especial de la comunidad jasídica Satmar para ir a la universidad por su gran inteligencia. Por eso, les damos las gracias y continuamos su legado de permitir que los estudiantes asistan a Einstein con menos preocupaciones”.
Einstein, que tenía su propia sinagoga y un rabino a tiempo parcial, también les ofreció a los Lisker una comunidad judía ortodoxa en el campus, donde hicieron amigos que ven hasta el día de hoy.
“Einstein fue fundamental para mi trabajo como médico y en mi comunidad”, afirma Jay, director médico de un grupo de cardiología de diez miembros en Northwell. “Ser amable con el desconocido es el mandamiento fundamental de la Biblia, y profesores de Einstein como Ed Burns y Harris Goldstein hicieron mucho hincapié en la humanidad en la medicina, así como en la excelencia en la atención clínica y la investigación. Desafortunadamente, esto no es tan común como debería ser. No se puede tener uno sin el otro. No se puede decir: ‘Quiero que todos estén bien’ sin ambos tipos de conocimiento para que mejoren”.
Los Lisker, que se conocieron en un campamento de verano a los quince años, han aplicado esa combinación a sus propias carreras. Ambos imparten clases en Hofstra y han publicado sobre temas de práctica clínica en sus respectivos campos. En el punto álgido de la pandemia, Gita creó un programa de telesalud que permitió a cerca de 4,000 pacientes de COVID-19 evitar la hospitalización y recibir seguimiento en casa por parte de médicos, enfermeras y flebotomistas. Desde entonces, se ha transformado en un programa de telesalud domiciliario que atiende a pacientes con problemas pulmonares desde el momento del alta hospitalaria.
Durante la pandemia, Gita también formó parte del comité médico de tres miembros de la escuela de sus hijos en el Bronx. Los otros dos miembros —Joshua Rocker, director de la División de Urgencias Pediátricas del Centro Médico Infantil Cohen, y Joshua Milner, jefe de Alergia e Inmunología de Columbia— también se graduaron de Einstein el mismo año que Jay y Gita.
“Ninguno estaba precisamente de brazos cruzados en ese momento”, dice. “Pero además de la enorme carga de trabajo que exigían nuestros empleos, seguíamos viviendo el valor fundamental de Einstein: contribuir a la comunidad”.
Al igual que otros egresados de Einstein con raíces en Yeshiva, los Lisker se preocuparon cuando las instituciones se separaron en 2015. “Se temía que Einstein olvidara cómo y por qué había sido fundado, que ya no fuera un lugar al que los estudiantes de Yeshiva quisieran ir”, dice Gita. “Pero no fue así. La institución se ha mantenido fiel a sus raíces, un lugar al que la gente quiere enviar a sus hijos”.
La propia hija de los Lisker, Talya, nacida durante su cuarto año en Einstein, será miembro de la clase que ingresa este otoño junto a su prima, Allison Schachter Baron, quien terminará su último año.
Talya, una estudiante de primer año, aún no sabe cuál será su especialidad. Pero “acaba de terminar una maestría en bioética en Montefiore-Cardozo, a través de Einstein”, dice Gita. “Así que sabemos que será una doctora ética”.
Al igual que muchos egresados de Einstein, los Lisker se han inspirado en la donación transformadora de la Dra. Ruth Gottesman, que permitió que la matrícula del College of Medicine fuera gratuita para todos los estudiantes nuevos y antiguos. Si bien celebramos este importante hito, es importante destacar que la matrícula solo representa el 65 % del costo total de la matrícula en Einstein. Cada estudiante necesita $35,000 adicionales al año para cubrir otros gastos educativos, además de los gastos de vivienda, atención médica, alimentación y viajes. De ahora en adelante, todas las nuevas becas financiadas otorgadas darán apoyo financiero adicional más allá de la matrícula, lo que aliviará la carga de los estudiantes para que puedan concentrarse en sus estudios y formación, lo que les permitirá convertirse en médicos y científicos compasivos y capacitados.
– Joe Levine